Por dónde empezar a usar GTD

Llevo más de 10 años con mi blog... y las cosas cambian mucho. El contenido de este artículo no siempre representa mi opinión actual sobre el tema.

¡Genial! Has decidido empezar a usar GTD. Te lo digo ahora: si realmente te comprometes a usar Getting Things Done y no te rindes en este nuevo camino que acabas de empezar, será la mejor decisión que habrás tomado en tu vida. Así que vamos a empezar.

Empezar a usar GTD: es cuestión de hábitos

GTD es un método muy sencillo, solamente tienes que echar un vistazo al apartado sobre Qué es GTD para darte cuenta. Sin embargo, la dificultad de implementarla es solamente una: los hábitos. Empezar a usar GTD requiere de unos hábitos estrictos e inflexibles que, si aplicamos bien, nos permiten multiplicar nuestra productividad de una forma que no puedes ni llegarte a imaginar.

Es por este motivo que es imprescindible aprender e incorporar a nuestras vidas todos los hábitos relacionados con GTD, que puedes encontrar en el aparado específico sobre Hábitos esenciales para aplicar GTD.

Si quieres aprender GTD, es importante que te ciñas a GTD

En muchas ocasiones, cuando empiezas, te olvidas de hacer cosas fundamentales en GTD: hoy no miro los contextos, mañana me olvido incluso de añadirlos a las tareas, pasado no hago la revisión diaria (por un día no pasa nada…), esta semana voy muy liado así que prefiero aprovechar y trabajar en vez de hacer la revisión semanal… son muchas cosas las que dejamos de lado.

A medida que nos acostumbramos a empezar a usar GTD, vamos cumpliendo un poco mejor con los pasos de GTD: capturamos, procesamos, organizamos, revisamos, hacemos lo que ponemos en nuestro sistema. Pero aún así, vemos que GTD no nos acaba de funcionar, así que decidimos adaptarlo un poquito, añadir cuatro ideas básicas que hemos leído en Internet y que seguro que pueden ayudarnos: hacemos las tareas mediante la técnica pomodoro, en nuestra revisión diaria seleccionamos nuestras Tareas Más Importantes, en nuestra revisión semanal añadimos más elementos de los estrictamente necesarios…

No tengas la menor duda: cuando vayas trabajando los distintos hábitos, llegará un momento u otro querrás dejar de hacer algo (que te parece complementario al sistema, que en tu caso quizá no es tan importante…) o querrás añadir algo a tu rutina (que te parece interesante hacer para ser más productivo). ¡Error!

Sí, de verdad, GTD es un método científicamente analizado de forma que contiene lo mínimo imprescindible para ser realmente productivo y, por lo tanto, reducirlo es contraproducente, ya que le faltará algo, y ampliarlo es también contraproducente, ya que estarás haciendo algo más de lo que realmente necesitas.

Si realmente estás convencido de empezar a usar GTD, cíñete a él al 100%: si lo haces notarás una mejora mil veces mayor.

Empezar a usar GTD: las etapas cuando empiezas con GTD

Etapas de aprendizaje de GTD

Empezar a usar GTD es un proceso largo: en el fondo, estamos implementando bastantes hábitos a nuestra vida diaria que, hasta el momento, no teníamos o no sabíamos que teníamos. Por lo tanto, aprender GTD puede ser un proceso de meses e incluso años, especialmente si no tienes a nadie que ya sepa GTD y que te acompañe en este proceso.

En ese sentido, creo que David Torné cuenta muy bien las etapas por las que todos pasamos en nuestro intento de aprender GTD. David lo cuenta en una serie de etapas, que podemos resumir de la siguiente forma:

  • Arrastrado por la corriente del rio: si quieres aprender GTD es, seguramente, porque actualmente te sientes arrastrado por las circunstancias de tu vida.
  • Decido aprender a navegar: ¡primer paso! Has decidido aprender a navegar con GTD, así que ya estás en este punto.
  • Jugar bajo unas reglas de juego: lo primero es aprender las reglas de GTD y aplicarlas. La teoría es muy fácil, la práctica cuesta un poco más, pero es cuestión de hábitos.
  • Creatividad mal entendida o “Soy muy listo y creo que puedo hacerlo mejor que David Allen: sí, como ya he comentado arriba, pasarás por esta etapa, querrás modificar cosas para adaptarlas a tu vida. Te insisto en que no lo hagas… aunque lo harás.
  • Reiniciar el sistema, entender los fundamentos y controlar tu actividad: te darás cuenta en algún momento en que es importante ceñirte a GTD, reiniciarás tu sistema para volver a aplicar GTD puro y controlar tu actividad. ¿Problema? Es probable que vuelvas a caer en la tentación de volver a modificar GTD.
  • Hay vida más allá del día a día: en tus inicios con GTD es probable que no valores mucho la parte de perspectiva, ya que suficiente trabajo tendrás con controlar tu día a día. Llegará un punto en que ya tendrás los hábitos diarios mejor integrados en tu vida y, en ese momento, tendrás ganas de seguir avanzando en tus objetivos y empezarás a definirlos mejor, decidir tus metas, analizar tu visión, etc.
  • Hacer las cosas de forma natural: el inicio de cualquier hábito es poco natural, ya que nos forzamos a hacer las cosas de cierta forma, sin estar acostumbrados. Sin embargo, llegará un día en el que todo el proceso de GTD será tan natural para ti que no te quedará la menor duda de que es el mejor sistema posible.

Saber las etapas por las que pasarás incluso antes de empezar a aprender GTD es ideal para ser conscientes de todas ellas, aprender a detectarlas cuando las tengamos y saber qué debemos hacer para pasar a la siguiente etapa de la forma más rápida posible. Sin duda, llegar al punto de hacer las cosas de forma natural significa haber integrado todos los hábitos en nuestra vida y, a partir de ese momento, dejar de preocuparnos de GTD y centrarnos en nuestra vida.

La productividad solamente depende de ti, pero si lo necesitas puedo ayudarte

Evidentemente, la productividad personal solamente depende de ti. Depende de tener las ganas y la constancia de trabajar para incorporar los hábitos esenciales para aplicar GTD.

Jordi Sánchez

Soy Jordi Sánchez, y ayudo a freelance saturados a organizar, sistematizar, automatizar y delegar en su negocio digital. Tras 10 años de experiencia con mi empresa de contenidos digitales, gestionando +20 trabajadores, ayudo a freelance a dejar de ser soloemprendedores para convertirse en dueños de su negocio para que puedan centrarse donde realmente aportan valor y vivir una vida más tranquila. Formar equipo en mi empresa cambió tanto mi vida, que decidí ayudar a cambiar la vida de otros emprendedores :)

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