En la vida hay tareas que consideramos difíciles por cualquier tipo de motivo. Solamente de pensar en ellas nos generan una sensación de que no podremos con ellas o, sencillamente, que nos requerirán mucho más tiempo del que disponemos en estos momentos. ¿Cómo debemos enfrentar este tipo de tareas?
Si ya tenemos por dónde empezar, es muchísimo más fácil seguir
Como comentaba el otro día, si ya tenemos por dónde empezar, es muchísimo más fácil seguir. Esto es algo que debemos tener claro, ya que nos ayuda a tener más claras las dificultades de nuestras tareas: empezar a plantear la propuesta para el último cliente, preparar la primera diapositiva para la conferencia que damos el mes que viene, dejar planteadas las ideas principales para el siguiente congreso al que participamos… cuanto antes empecemos a resolver una pequeña parte de nuestra tarea, más claro tendremos si realmente es tan difícil como nos parecía.
Si ya tenemos por dónde empezar, es muchísimo más fácil seguir
Implementa una rutina para empezar tus tareas difíciles
Ya hablé hace bastantes semanas sobre la importancia de la rutina, para mi es algo fundamental que me permite avanzar muchísimo mejor en mis objetivos personales y profesionales. En este caso no es menos importante: si fijamos una rutina para empezar nuestras tareas difíciles, vamos a conseguir avanzar muchísimo más en nuestro día a día.
La importancia de la rutina… y de saberla romper cuando queramos
Empezar las tareas difíciles antes de cerrar el día
Para mi esta rutina se puede resumir en intentar empezar alguna tarea difícil antes de cerrar el día. Mi rutina de cerrar el día tiene dos partes esenciales: por un lado, dejar las tareas sencillas, fáciles y rápidas totalmente cerradas. Si tengo tareas que puedo cerrar en cinco minutos, antes de acabar mi jornada laboral es el momento perfecto para hacerlas.
Por otra parte, una vez cerradas las tareas pequeñas, es interesante abrir una de difícil. De esta forma conseguimos tener más claros cuales son los siguientes pasos y, por lo tanto, es muchísimo más fácil que al día siguiente podamos ponernos con esa tarea.
Una vez hayas empezado la tarea difícil, sigue adelante con ella con el enfoque de la mañana
Imagen | stevendepolo