Hace ya bastante tiempo que leí un artículo de Ciara Conlon en lifehack, pero había dejado este artículo de lado porque tenía muchos otros temas por escribir que también me interesaban. Ciara en su artículo cita siete formas para encontrar el enfoque adecuado y poder hacer las cosas que tenemos que hacer, yo he querido añadir un par de ideas más.
Concentrarse en una sola cosa
Muchos de nosotros seguimos intentando estar en dos, tres o diez cosas a la vez. Estamos escribiendo un artículo con el correo abierto y las notificaciones del WhatsApp sonando y somos incapaces de seguir escribiendo, pero tampoco hemos respondido al correo que llegó ni a los WhatsApp que esperan respuesta. ¿Realmente sirve de algo la multitarea?
Centrarnos en una sola cosa, con todos nuestros sentidos y dedicación, nos sirve para tener el control de nuestra energía, de forma que podamos dedicarla a lo que realmente es importante para nosotros en ese momento. Cerrar el correo, silenciar todo tipo de notificaciones, abrir un documento de texto offline y centrarse en escribir es la mejor forma de realmente hacer lo que debemos en ese momento: escribir.
Cuando hayamos acabado de escribir, ya abriremos el correo, responderemos uno a uno los correos que tengamos que responder. Y guardaremos las tareas en nuestra lista de tareas, no las haremos al mismo tiempo que vamos respondiendo al correo, porque luego estaremos horas y horas para responder cuatro correos. Primero lo primero, luego ya seguiremos, pero concentrándoos en una sola cosa a la vez.
Multitarea, ¿es buena o mala? ¿cómo gestionarla?
Eliminar las distracciones conocidas
Va ligado al punto anterior, pero mucho más preciso: si sabemos que el correo y el WhatsApp nos distraen, cerrémoslo y desactivemos todo tipo de notificaciones y concentrémonos en lo que debemos. Pero no solamente eso: si nuestra mesa de trabajo está llena de cosas que nos distraen, vaciémosla. Si estar mirando en dirección a la ventana nos distrae, cambiémonos de sitio. Si tener a alguien en casa no nos permite trabajar bien, busquemos otro sitio donde podamos trabajar sin ningún tipo de problema.
Saber reconocer las distracciones que tenemos es la primera parte para conseguir eliminarlas, o sea que el primer paso es ser conscientes de todas las distracciones que, de forma más o menos habitual, nos impiden realizar con concentración nuestro trabajo. Una vez detectadas, tenemos que ver todas las que podemos eliminar y eliminarlas. En caso de que no podamos eliminarlas por cualquier motivo, llega el momento de intentar minimizarlas y reducir su efecto al mínimo.
¿A qué me refiero? Por ejemplo, a empezar con rutinas que nos permitan recuperar el trabajo tras una interrupción.
Relajarse y aprender a calmar la mente
Una de nuestras mayores distracciones es, sin duda, nuestra mente. Nuestros propios pensamientos deambulando por nuestra mente nos impiden realizar la tarea que tenemos que hacer en cada momento. Lo primero que tenemos que hacer es reducir el ruido de nuestra mente.
Una buena forma de conseguir alejar estos pensamientos es relajándonos y meditando. En muchas ocasiones la respiración consciente es la clave para el control de nuestro cuerpo y nuestra mente, así que en los momentos de estrés, cuando perdemos el control de nosotros mismos y no somos capaces de enfocar nuestra mente en las cosas esenciales, aplicar la respiración consciente nos sirve para relajarnos, nos transmite la sensación de calma que necesitamos para conseguir ver las cosas de una forma mucho más clara.. Yo a veces tampoco consigo concentrarme, en este artículo te cuento lo que acostumbro a hacer.
Por ejemplo, mientras estamos haciendo una tarea A, nuestra mente nos irá recordando cosas sobre la tarea B, C o D que tenemos que hacer después, o que ya hemos empezado pero no hemos terminado. Aprender a calmar la mente escribiendo todas esas cosas y dejándolas de lado es imprescindible si queremos seguir trabajando, de forma concentrada y con buen enfoque, en una única tarea hasta terminarla.
Tenerlo todo apuntado es la única forma de no olvidarnos de nada sin estresarnos
Ordenar nuestro caos interno y externo
Ya hemos comentado que es importante ordenar nuestra mesa, nuestra forma de trabajar y nuestra situación para podernos enfocar en lo que realmente es importante. Una de las cosas más importantes a tener en cuenta es tener ordenado nuestra mente y nuestro espacio, de forma que tengamos el mínimo de cosas posibles que nos puedan distraer del objetivo que tengamos fijado en cada momento concreto.
En Getting Things Done, la revisión semanal nos sirve para ordenar nuestro caos interno y externo. Nos sirve para tener claro qué hemos hecho y qué nos falta hacer. Nos sirve para ser plenamente conscientes de nuestros compromisos y, no solamente eso, sino para asegurarnos de que nuestro sistema de organización nos lo recordará en el momento adecuado. Pero no solamente a nivel interno, sino a nivel externo: nos sirve para vaciar nuestras bandejas de entrada, para saber lo que tenemos en nuestra mesa de trabajo y ser conscientes de si realmente lo necesitamos o no.
Cómo marcar las tareas más importantes (TMI) de nuestra semana para avanzar en nuestros proyectos
Hacer ejercicio
Hacer ejercicio cansa, eso es evidente. Lo que no es tan evidente es que, tras ese cansancio inicial, hacer ejercicio aumenta nuestra energía para seguir con el día que tenemos por delante. Hacer ejercicio es una manera perfecta para reducir el estrés, mejora nuestro estado de ánimo y aumenta nuestra felicidad. Empezar el día con un poco de ejercicio es una fórmula perfecta para despejarse y empezar nuestro día mucho más despiertos y con ganas de comernos el mundo.
Fijación y clarificación de objetivos
Cuando no tenemos nuestros objetivos definidos de forma clara y precisa, estar enfocados es totalmente imposible. Para podernos concentrar en una tarea necesitamos tener muy claro cual es el motivo de hacerla, en qué sentido nos ayudará para cumplir nuestros objetivos.
Por lo tanto, una de las mejores formas de conseguir tener un buen enfoque y concentrarnos es revisar de forma periodica nuestros objetivos, para ser conscientes de lo que nos estamos proponiendo, y no solamente esto, sino revisarlos de forma que podamos clarificarlos estableciendo metas concretas que nos permitan mejorar nuestro enfoque en nuestro día a día: todo lo que hagamos a partir de ese momento debe estar alineado con nuestras metas y objetivos. En ese sentido, te recomiendo esta charla TED del doctor Mario Alonso:
Metas y objetivos: tener claro dónde queremos llegar, pero también cómo vamos a llegar ahí
Simplificación
Cuanto más simplificamos nuestra vida y nuestro trabajo, más trabajo conseguimos hacer. Pero nosotros no sólo queremos realizar nuestro trabajo, queremos hacer las tareas importantes, las tareas que marcan las grandes diferencias. Muchos de nosotros nos ocupamos de hacer tareas que son innecesarias, perdemos el tiempo en cosas que no están agregando valor a nuestras vidas o nuestros puestos de trabajo. Si podemos simplificar y eliminar lo innecesario de nuestras vidas, tendremos más tiempo para centrarnos en lo que es importante, y también se convertirá en mucho más fácil de mantener el enfoque.
Una muy buena forma de simplificar nuestro inicio del día es tenerlo todo preparado para empezar a tope. Te lo cuento en Enfoque de la mañana, mi forma de avanzar día a día, sin prisas pero sin pausas, pero recuerda que también es importante fijar las Tareas Más Importantes de nuestra semana.
Descansar, descansar mucho y bien
Tras las siete primeras recomendaciones, basadas en las de Ciara Conlon en lifehack pero adaptadas a mi forma de verlas y de aplicarlas, me gustaría añadir dos opciones más. Por un lado, la de descansar. Descansar mucho y bien para mi es fundamental para conseguirme concentrar en lo que tengo que hacer, de forma enfocada y sin distracciones.
La mejor forma de levantarse no es, para nada, un despertador. Desde que en junio me fui a vivir a Girona, casi ninguno de los días que han pasado me he levantado con despertador. La gracia de todo esto es ir a la cama suficientemente temprano como para que a las 7 – 8 de la mañana te despiertes sin la necesidad de ruidos ni molestias. De verdad, ¡es perfecto!
En cualquier caso, otra forma interesante de despertarse es usando alguna de las aplicaciones o pulseras que monitorizan tu sueño. En un periodo de 20-30 minutos, te despertarán en el momento en que tu sueño sea menos profundo, de forma que te despertarás mucho mejor. Estoy probándolo desde hace pocos días, así que tendré que ver si me funciona bien.
¿Mi objetivo? Ir a la cama más temprano para levantarme más temprano. ¡A ver si lo conseguimos!
Ser conscientes de nuestras capacidades y nuestra situación actual
Para ir acabando, el último punto pero, para mi, no menos importante, es el hecho de ser conscientes de nuestras capacidades y de nuestra situación actual. Si en un momento dado probamos de hacer algo y no conseguimos concentrarnos, teniendo en cuenta todos los puntos anteriores, quizá lo mejor es dejarlo aparcado, bien apuntado en nuestra lista de acciones, y ponernos con otra cosa que sí tengamos la capacidad de hacer según nuestra situación actual. Cada tarea requiere una cierta concentración, que puede ser muy distinta a otra, así que si somos lo suficientemente previsores para no tener urgencias, lo mejor será dejar de lado eso que no conseguimos hacer y hacerlo en otro momento.
Es importante tener en cuenta que esto no tiene nada que ver con la pereza o la pasividad: una cosa es no tener ganas de hacer algo (de hecho, cuando me levanté hoy no me apetecía nada escribir… ¡y me está quedando un artículo hiperlargo!), y otra cosa es el no tener la suficiente capacidad o la suficiente energía para poder llevar a cabo una tarea determinada que requiera una concentración especialmente alta.
Ser proactivo, la solución a todos nuestros problemas (o casi)
Excelente
Hola Jorge,
¡Muchísimas gracias por tu comentario!
Saludos
excelente articulo
¡¡Muchísimas gracias Josue!!
Saludos
Muy buen articulo Jordi, gracias
¡¡Gracias a ti Marc!!