Hace tiempo que no me centro en compartir artículos de otras personas en mi blog, pero hace pocos días releí un artículo de David Torné llamado GTD no es solo cuestión de productividad personal en el que me sentí tan identificado que no puedo dejar de compartirlo por aquí.
Los inicios de la productividad personal
Todas las personas con interés por la productividad personal tenemos algún inicio significativo, alguna experiencia que nos permite adentrarnos en esto de la organización. Hará ya cuatro o cinco años que leí Organízate con eficacia, un libro que cambió totalmente mi vida y me permitió ser la persona que soy actualmente. Me gusta mucho como lo transmite David en su blog:
> La verdad es que hace tiempo que tienes esa sensación de estar parado, de no avanzar. Emprendes proyectos, quieres conseguir un objetivo pero no persistes, llega un momento que decides priorizar otras actividades, pasa el tiempo, lo olvidas y cuando lo recuerda te acabas diciendo a ti mismo: “La verdad es que no era tan importante” y otro proyecto cae en el saco de los abandonos.
Hacer esto una vez no es ningún problema, ni para ti ni para el resto. Hacerlo dos veces quizá tampoco. Pero a la larga, ir empezando proyectos que se quedan sin salir adelante reduce nuestro nivel de confianza y seguridad.
Las etapas que pasamos cuando implementamos GTD
Según David:
> Productividad es establecer un conjunto de prácticas y hábitos que nos ayuden a crecer como profesionales, pero también como personas. Yo lo veo como un conjunto de etapas que se van completando y aportando una forma diferente de entender la realidad que nos rodea.
David distribuye los pasos por los que pasamos en una serie de etapas con las que me he sentido totalmente identificado: primero te ves arrastrado por la corriente del río, luego decides aprender a navegar y jugar bajo unas reglas de juego, que cuando dominas decides adaptar a tu forma de trabajar… y te equivocas. Lo vuelves a intentar, reiniciando el sistema y entendiendo los fundamentos para controlar tu actividad, empiezas a hacer las cosas de forma natural y a crear una visión de futuro.
Y sin embargo, vuelves a caer. Las caídas son repeticiones de errores parecidos o totalmente distintos que no te permiten trabajar con toda la tranquilidad posible, pero a la larga esas caídas son menores, aprendes de ellas y sabes cómo reiniciar tu sistema una vez tienes una caída.
En ese sentido, te recomiendo leer el artículo de David Torné, dónde todos los pasos están explicados con mucha más profundidad.
La productividad es un camino, no un destino
Eso es, la productividad es un camino, no es el final del camino. Es un trabajo a largo plazo que nos permite ir desarrollando nuestra forma de ser y de comprender las cosas para ser más organizados y productivos. A todos los que trabajamos en un mundo en red ya no nos basta hacer el trabajo, sino que tenemos que pensar, tener previsión y mejorar nuestras actuaciones con el paso de los meses.
La productividad es un camino, no un destino
¿Qué relación tienes tú con la productividad?
Imágenes | woodleywonderworks, joiseyshowaa