Si leéis el blog con frecuencia ya sabéis que me gusta muchísimo la productividad y todo lo relacionado con la organización personal en general. La idea de aprender todo lo referente a estos temas y aplicarlos a la vida diaria me atrae mucho, tanto que a veces la productividad más que un camino parece un objetivo.
La productividad es muy importante
Para mi es importantísima, y creo que debería serlo para todos. Evidentemente no en el grado de querer aprenderlo todo, pero sí en el de aprovechar nuestras horas al máximo. Cada uno la entenderá a su manera, pero cualquier manera que nos sirva para saber que estamos aprovechando el tiempo (y no desaprovechando el tiempo de los demás) es algo productivo.
En el fondo, si somos productivos aprovechamos mucho mejor todas las horas que tenemos por delante. Si hasta este momento no hemos sido productivos, no sirve de nada darle vueltas a eso, lo importante es mejorar nuestra productividad para aprovechar todas las horas que tendremos en nuestras vidas.
La rutina es parte del camino
Como sabes, a mi me gusta hablar mucho de la rutina. Hay mucha gente que ve la rutina como algo negativo, pero para mi la rutina es parte del camino. Una buena rutina nos permite trabajar de forma productiva en nuestros objetivos, de forma que si tenemos claro lo que tenemos, podremos llegar ahí de forma mucho más fácil. Si queremos ser productivos, debemos tener en nuestra vida una buena rutina que nos permita centrarnos en lo importante.
La importancia de la rutina… para romperla cuando queramos
No es bueno tomárselo como un destino
Como dije al principio, a veces cuando algo te gusta mucho lo acabas viendo como un destino: la productividad no es un destino, es un camino que tenemos que recorrer para ir mejorando día a día. Es un camino que no está definido, que tiene sus intersecciones dónde deberemos decidir para dónde ir. Decisiones que pueden marcar el camino de nuestras vidas.
Así es, los caminos forman parte de nuestras vidas. Muchas de las cosas que a veces vemos como objetivos dónde llegar requieren un camino que es tan importante o más que el propio destino. Si aprendemos a disfrutar del camino, tendremos la oportunidad de disfrutar del día a día aunque no acabemos llegando nunca a ese objetivo tan deseado.
Cómo cumplir tus objetivos e intenciones de forma (más) fácil
Imagen | Laura Agustí