Llevo unos días haciendo una serie de artículos relacionados con la colaboración, el voluntariado y sobre los beneficios de trabajar sin remuneración y uno de los motivos que comenté era la satisfacción personal.
Después de darle algunas vueltas vi que no era suficiente en hablar por encima en un par de párrafos, así que he tenido ganas de hacer un artículo relacionado directamente con este tema.
La motivación y la satisfacción personal
En la vida podemos dar más o menos importancia a muchas cosas: nuestro tiempo libre, el sueldo que obtenemos del trabajo, la libertad a la hora de elegir qué hacemos y qué no hacemos, poder trabajar de lo que nos gusta … pero una de las cosas que sí o sí deberíamos priorizar es la satisfacción personal, término que, evidentemente, cada definirá de una manera diferente, adaptada a su realidad.
Uno de los elementos imprescindibles para acercarse a esta satisfacción personal que debemos buscar en nuestra vida es la motivación, las ganas de hacer lo que hacemos y de buscar hacer lo que queremos. Si hacemos las cosas sin un objetivo claro, sin saber por qué las estamos haciendo, la falta de motivación nos transportará inevitablemente a una falta de satisfacción personal.
Hacer una misma cosa con una motivación clara o sin ningún tipo de motivación nos puede hacer ver las cosas de maneras muy diferentes, nos podemos sentir satisfechos o no según las ganas que tengamos de hacerlas. Y, sin duda, la satisfacción personal es el motor de nuestras vidas.
El motor de nuestras vidas
Hay muchas cosas que nos pueden incentivar a llevar adelante nuestras vidas: el dinero, el amor, la pareja, las expectativas que tiene todo el mundo de nosotros … y un largo etcétera que no es necesario comentar.
Aún así, sin una fuerte motivación personal difícilmente saldremos adelante con nuestros objetivos y metas y, a largo plazo, acabaremos desfalleciendo en nuestro intento. Ya sea en tiempo de trabajo, de proyectos personales o de ocio, si no obtenemos una clara satisfacción personal de todo lo que hacemos es totalmente imposible poder llegar a alcanzar nuestros objetivos en el momento que son mínimamente complicados.
Por lo tanto, no lo dudes. Dedícate a lo que te apasiona, invierte tu tiempo en aquellos proyectos que realmente te ayuden a desarrollarse personalmente, que te motiven y te satisfagan, y minimiza el tiempo dedicado a aquellas tareas rutinarias que no te aporten esta satisfacción personal.
Y ya que hablamos de motivación, te recomiendo leer este artículo de Yoriento afirmando que Motivación no es tener ánimo, motivación es tener motivos, sin duda resume en un párrafo lo que es y lo que no es la motivación.
Imagen | RoganJosh