En muchas ocasiones nos preocupamos por lo que dirán o pensarán otras personas si hacemos o decimos tal o cual cosa. Como personas nos importa lo que piensan nuestros amigos o compañeros de trabajo, es algo natural.
Preocuparse por lo que dirán puede ser interesante si nos permite reflexionar sobre nuestras acciones, pero puede ser algo paralizante si le damos demasiada importancia, así que es necesario aprender a relativizar este tipos de opiniones y basar nuestras acciones en hacer lo que realmente queremos y debemos hacer, siempre según nuestra opinión y no según lo que el resto de personas puedan pensar.
Cómo no preocuparse por lo que la gente piensa de nosotros
Basándome en este artículo, hay algunas cosas fundamentales para no preocuparse por lo que la gente piensa de nosotros.
- La gente no piensa tanto en lo que decimos o hacemos: en general la gente piensa mucho en si misma y no tanto en el resto de personas. No debemos tener miedo de lo que pensarán, porque seguramente no pensarán.
- Tenemos que aprovechar las críticas y comentarios para mejorar: cualquier comentario, crítica u opinión sobre nuestra persona puede ayudarnos a mejorar y a ser mejores. ¡Es nuestra oportunidad aprovecharlo!
- Debemos preocuparnos más de lo que pensamos nosotros mismos: es más importante lo que pensamos nosotros mismos que lo que piensen los demás. A veces somos demasiado críticos con nosotros mismos cuando deberíamos aprovechar nuestros errores para ser mejores personas.
- No todo lo que dicen o piensan es algo personal: a veces nos puede pensar que un comentario nos ataca personalmente, pero quizá sencillamente ha sido la forma de decirlo y que nosotros hemos interpretado mal. No tenemos que tomárnoslo de forma personal, es probable que no lo sea.
- Podemos aprovechar lo que digan: y luego ya veremos si nos interesa para algo o si debemos descartarlo. Escuchar nos permite tener un feedback muy valioso, siempre y cuando escojamos a quién escuchamos: tenemos que escuchar a las personas más valiosas para nosotros.
No dejemos de hacer algo según lo que dirán o pensarán. Debemos dejar el miedo de lado e ir mejorando a lo largo de nuestras vidas.
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