Diciembre y enero son meses de evaluar tu vida, ver qué has hecho y qué has conseguido el año pasado y, especialmente, qué quieres conseguir el año que viene: definir tus objetivos anuales. En esta reflexión personal acostumbran a salir muchas cosas que no hemos llegado a hacer y que nos gustaría hacer el año siguiente…
Pero cuidado, tener muchos objetivos es el principal problema para cumplirlos.
Por qué no sirve de mucho fijarte objetivos anuales
Por tradición estamos muy acostumbrados a trabajar con objetivos anuales y, bajo mi punto de vista, un año es un periodo de tiempo demasiado largo.
En general, un mes es un periodo de tiempo demasiado corto para fijarte objetivos, ya que es muy difícil saber qué serás capaz de hacer en un mes: si te imaginas el siguiente mes y te fijas objetivos, seguramente pensarás que puedes hacer mucho más de lo que realmente vas a hacer. Además, tendrás imprevistos, problemas, otros proyectos auxiliares… habrá muchas cosas que te apartarán de tus objetivos.
Por el otro extremo, un año es un periodo de tiempo demasiado largo: en un año puedes hacer mil y una cosas y, si te fijas los objetivos de forma anual, habitualmente lo verás como algo a largo plazo y no te pondrás manos a la obra para realizarlo.
Si fijas objetivos anuales lo verás como algo a largo plazo y no te pondrás manos a la obra para realizarlo Clic para tuitearDe forma anual puedes tener clara una idea genérica de qué es lo que quieres conseguir, incluso a dos, tres o cinco años vista: es lo que en GTD se llama Visión. Tienes que tener claro cómo quieres que sea tu vida dentro de un tiempo, pero pasar de eso a objetivos concretos y alcanzables es complicado.
Es por este motivo que yo te recomiendo fijarte tus objetivos de forma trimestral: en tres meses puedes hacer muchas, muchísimas cosas, y es un periodo de tiempo suficientemente reducido como para que tu mente sepa que, si no te pones manos a la obra, no tendrás tiempo de cumplirlos.
Una propuesta para este año: definición de objetivos en tres trimestres
Este año voy a hacer una prueba que te invito también a hacerla: fíjate los objetivos de forma trimestral, cosas que creas que puedas hacer en tres meses, pero hazlo solamente tres veces al año (y no cuatro).
- Fíjate objetivos que puedas cumplir entre enero, febrero y marzo.
- Fíjate objetivos que puedas cumplir entre mayo, junio y julio
- Fíjate objetivos que puedas cumplir entre septiembre, octubre y noviembre.
Visto así parece que debido a este planteamiento estás perdiendo tres meses enteros para alcanzar tus objetivos, pero nada más lejos de la realidad.
Los meses de abril, agosto y diciembre te servirán para acabar de finiquitar tus objetivos trimestrales de forma que puedas alcanzarlos con toda la tranquilidad del mundo. Muchas veces cuando te fijas objetivos para tres meses, se acaban alargando un poco, y no hay nada peor que fijar nuevos objetivos sin haber alcanzado los anterioers.
También te servirán para dejar finalizadas otras tareas y proyectos que no estén 100% vinculados con tus objetivos, de forma que en el siguiente mes puedas empezar desde cero, sin proyectos secundarios que te molesten e impidan que trabajes a tope con tus nuevos objetivos.
Si ya has alcanzado tus objetivos, los meses de abril, agosto y septiembre te servirán para plantear adecuadamente los siguientes objetivos de tu vida, de forma que puedas reflexionar sobre qué es lo que más quieres en ese momento, qué es lo que más te acercará a tu visión a largo plazo y cómo puedes hacerlo para conseguirlo.
Tener el tiempo suficiente para reflexionar es importante para fijarte objetivos que realmente estén alineados con tu propósito y tus principios.
Escoge un solo objetivo y céntrate al 100%
Así que ha llegado la hora de pensar en cuáles son tus objetivos para este año. Empieza pensando en cómo te gustaría que fuera tu vida en dos, tres o cinco años. Ideas básicas, sin definir: ¿cómo te gustaría vivir? ¿de qué o donde te gustaría estar trabajando? ¿qué te gustaría hacer? Con algunas ideas básicas es suficiente para que sepas dónde quieres enfocarte.
A partir de ahí, piensa cosas un poco más concretas para tu año. Dentro de un año, ¿qué tienes que haber hecho para que te sientas satisfecho? ¿Qué te gustaría haber alcanzado? Puedes escribir unas cuantas frases de «cosas que quiero hacer este año» y dejar volar la imaginación. Guarda la lista durante todo el año, te servirá para fijarte los objetivos trimestrales.
Y, por supuesto, el último paso para definir tus objetivos trimestrales, coge la lista de objetivos anuales y escoge una, la principal. Si crees que puedes hacerla en un trimestre, ese es tu objetivo para el primer trimestre. Si crees que es demasiado complicado hacerlo en un trimestre, busca la forma de separarla en varios objetivos pequeños, y quédate con el primero, con uno que puedas cumplir en tres meses. ¡Y a trabajar!
Escoge un solo objetivo trimestral y haz todo lo necesario para cumplirlo Clic para tuitearAhora llega tu turno: cuéntame cuál es tu principal objetivo para este año o para este primer trimestre. Escoge solamente uno y déjalo en el apartado de comentarios. Intenta que esté definido de la mejor forma posible. ¡Espero tu respuesta!
Excelente explicaciones respecto a los objetivos personales, considero de un valor muy importante para mi vida el haber encontrado estos comentarios que hacen al crecimiento personal de cada persona, y sobre todo a a aquellos que hemos vivida una vida muy acelerada y desorganizada, por lo tanto agradezco muchísimos sus opiniones y consejos y a su vez que hayan podido compartir sus experiencias. Hoy acabo de darme cuenta que inconscientemente vengo realizando mis objetivos de manera trimestral, y hasta la fecha me resultó muy cómodo y posible de cumplirlos y en ese sentido sigo avanzando de manera tranquila hacía el objetivo anual. Fui muy desordenado en mi vida y he tomado decisiones acertadas como desacertadas, muchas de ellas me condujeron a malas decisiones, entonces lo que hoy comprendo es la importancia de vivir, es decir ser claros con los objetivos y de a poco ir cumpliéndolos. Jordí Muchísimas gracias!
¡¡Muchas gracias por tu comentario Christian!!
Interesante propuesta Jordi. En mi experiencia, con los objetivos sucede un poco como con las siguientes acciones de GTD: tú los defines y enmarcas temporalmente, pero luego las circunstancias «dictan sentencia». Soy más partidario de tener una lista de objetivos sobre los que poder trabajar de una manera que, en OPTIMA LAB, denominamos MASS (micro acciones sostenidas sostenibles), de forma que todos los objetivos avancen al mismo tiempo, cada uno al ritmo que las circunstancias objetivas y mis propias necesidades vayan dictando. Y sólo utilizo fechas cuando realmente hay una restricción externa (es decir, impuesta), que me obliga a cumplirla.
Ya nos contarás cómo te va… 🙂
Estoy seguro que hay formas mejores de fijar objetivos que la que comento, y de hecho como bien dices las fechas solo deberíamos usarlas cuando vienen impuestas externamente.
Sin embargo, para muchos (y me incluyo) tener unas referencias temporales nos ayuda a hacer un seguimiento más estricto de nuestros objetivos. Aunque con una referencia temporal el compromiso que tengamos con un objetivo no varía, habitualmente la forma en la que lo vemos, en la que hacemos seguimiento o en la que optimizamos nuestro uso del tiempo sí que mejora cuando tenemos un marco temporal más ajustado.
Lo que no recomendaría es, de estos objetivos de previsión trimestral, desarrollarlos en «metas» y «proyectos» que tengan fecha límite. Ahí sí que realmente creo que lo mejor es no poner ningún tipo de fecha y trabajar según las circunstancias que tengamos en cada momento.
¡Gracias por tu comentario Jerónimo!
Completamente de acuerdo con compartimentar los objetivos. Cuando la gente que me rodea me suelta eso de «mis objetivos para este año son…» me la imagino atada de pies y manos a una serie de losas a modo de tablas de los diez mandamientos. Un año es largo y los intereses pueden llegar a variar;no aceptar nuestras idas venidas en cuanto a nuestras ambiciones no nos permite evolucionar y si escribimos ya desde el día 1 lo que suponemos va a marcar nuestra línea de acción para todo el año llegaremos al 31 de diciembre decepcionados, porque es muy posible que nuestra carretera se haya desviado a lo largo del viaje, no a favor de la procrastinación, ojo, sino a favor de la corrección, de afinamiento de nuestros objetivos.
Ahora bien, siempre están los objetivos pertinaces, tozudos, que existen por algo, porque nos importan sobremanera. Yo siempre me marco uno o dos anuales, los objetivos… «maratón», para sentir el 31 de diciembre que he ganado una carrera que era de fondo; suelen ser objetivos que conectan con quién estoy siendo en ese momento y con quien quiero ser, objetivos, además, que progresan año tras año, porque definen mi esencia. Después están los objetivos… etapa, que van naciendo a medida que la vida se sucede y que suelen ser menos costosos para mí que los anteriores (aprobar un examen de inglés, aumentar un día a la semana en el gimnasio, aprender a hacer sonar el violín…).
Bien, y ahora me dejo de rollos y enuncio mi objetivo fundamental de este año (objetivo de continuidad), que me facilitará mucho la vida en el futuro: escribir un manual de lengua gallega pensado para mi forma de dar clase y para mis alumnos. De momento, va muy bien. Fecha límite: junio.
Otros:
– «hacer sonar» y disfrutar dándole al violín (fíjate que no digo «tocar el violín», que eso es muy amplio y ambicioso; simplemente, disfrutar y aprender algo).
– Sacar el First de inglés
– Hacer un viaje a algún país europeo.
– Terminar de dejar a gusto mi casa (pintura, decoración, sistemas de organización que me ayuden con mi caos de orden)
– Sacarme el carné de artista ambulante y cantar en la calle (cuando no llueva, que en Galicia es difícil).
Ea, ahí están. ¿Bien definidos? 🙂
Un saludo!
Hola Iris,
Aunque te fijes objetivos anuales, lo más importante es que seas capaz de convertirlos en objetivos trimestrales. Sino es muy fácil acabar abandonándolos porque nos centramos en el día a día y no en el largo plazo.
¡Mucha suerte con tus objetivos! 😀