Getting Things Done es un método de productividad desarrollado por David Allen que ha sido aceptado mundialmente como una de las metodologías más eficientes de organización personal. En este artículo profundizaré sobre qué es GTD y sus conceptos principales.
Como se puede leer en la Wikipedia, GTD se basa en el principio de que una persona necesita liberar su mente de las tareas pendientes guardándolas en un lugar específico, de forma que no sea necesario recordar lo que hay que hacer y se puede concentrar en realizar las tareas.
¿De dónde viene el nombre Getting Things Done?
Getting Things Done es el nombre del libro de David Allen donde explica por primera vez todo su método de productividad. El libro, que se ha traducido al castellano como Organízate con Eficacia, explica qué es GTD y toda la metodología Getting Things Done, con algunos ejemplos y, especialmente, contando los motivos de por qué es bueno organizarse mediante esta metodología.
¿Quién es David Allen?
David Allen, nacido en 1945 en Estados Unidos, es consultor sobre productividad. Es el creador de Getting Things Done (GTD). Empezó a aplicar sus ideas sobre productividad en la década de 1980. Más adelante, fundó la David Allen Company, una empresa enfocada en productividad y formación para ejecutivos.
Qué es GTD: un sistema confiable externo a nuestra memoria
David Allen afirma en su libro que nuestra memoria es ineficiente. Utiliza a menudo este ejemplo: ¿cuantas veces nuestra memoria nos ha recordado algo en algún momento en el que no podíamos hacer nada al respecto? ¿Y cuantas veces nuestra memoria no nos recuerda algo cuando sí podemos o debemos hacerlo?
En ese sentido, ahora que ya sabemos qué es GTD, vamos a pasar a la parte más práctica. Getting Things Done apuesta por tener un sistema organizativo con el que podamos confiar, externo a nuestra memoria, que nos permita acordarnos de las cosas que tenemos que acordarnos en el momento que tenemos que acordarnos.
Con este sistema, nuestra mente puede estar tranquila sabiendo que no se le escapa nada y, por lo tanto, puede dedicarse a hacer lo que toca: trabajar en acciones concretas, de forma creativa y eficiente. En ese sentido, Getting Things Done consigue hacer fácil el almacenamiento, seguimiento y revisión de toda nuestra vida, de todo lo que tenemos o queremos hacer.
La mente como el agua: GTD como filosofía
El estado de Mizu no Kokoro, mente como el agua es un estado mental que todos los karatekas o practicantes de las diferentes artes deben tratar de desarrollar. Es un estado de calma similar al agua en reposo, no es más que tratar de mantener nuestra mente transparente y limpia, algo que nos permite estar tranquilos y enfocarnos en las cosas realmente importantes que necesitan nuestra atención. También se llama estado de alerta perfecta.
David Allen hace esta comparación de forma habitual, ya que es una de las bases de Getting Things Done y es imprescindible para saber qué es GTD. El agua tiene la capacidad de amoldarse a cualquier forma, algo que nosotros como personas también debemos hacer ante las circunstancias de la vida. Tal y como comenta Jeroen Sangers en El Canasto, cuando tiras una piedra al agua, ésta responde perfectamente en relación al tamaño de la piedra; el agua no tiene miedo antes de que llegue la piedra ni produce un tsunami como resultado de una piedra pequeña.
Vacía tu mente, se amorfo, moldeable, como el agua. Si pones agua en una taza se convierte en la taza. Si pones agua en una botella se convierte en la botella. Si la pones en una tetera se convierte en la tetera. El agua puede fluir o puede golpear. Sé agua amigo mío.
Bruce Lee
Usando un método como Getting Things Donde, donde externalizamos nuestra mente en un sistema de confianza para mantener la cabeza vacía, podemos llegar a obtener este estado de mente como agua, algo que nos permite concentrarnos en una tarea tras otra sin preocupaciones ni problemas.
¿Por qué GTD es LA metodología de productividad?
Getting Things Done es el método de productividad que realmente funciona. Funciona porque se basa en principios sencillos, que todos podemos dar como ciertos. Funciona porque es un método lo suficientemente sencillo como para que todos podamos aplicarlo, pero lo suficientemente complejo como para no dejar nada de lado.
En el trabajo del conocimiento… la tarea no se supone, sino que ha de determinarse
Peter Drucker
El hecho de tener que determinar la tarea, tal y como comenta José Miguel Bolívar de Optima Infinito, es uno de los motivos por el que te comprometes tan fácilmente a muchas cosas que en realidad no sabes lo que realmente implican en cuanto a tiempo y carga de trabajo. Ahí es cuando vemos evidente que, antes de hacer o comprometernos, debemos pensar.
Una de las cosas que tenemos que tener muy claras es que no podemos engañar a nuestra mente. Nuestra mente sabe todo lo que sabemos nosotros y, si le intentamos engañar, lo único que conseguiremos es estrés y preocupación. Tenemos que recordar que nuestra mente es perfecta para pensar, para tareas creativas, pero no sirve para recordarnos qué tenemos que hacer.
¿Por qué Getting Things Done es EL método de productividad? Si ya tienes claro qué es GTD, no tendrás ninguna duda. GTD es EL método de productividad porque es el único que tiene en cuenta algo importantísimo: que el tiempo no se gestiona. El método Getting Things Done se basa en decidir a qué próximas acciones vamos a prestar nuestra atención y vamos a dedicar nuestro tiempo ahora mismo, pero en ningún momento intenta apostar por la gestión de nuestro tiempo.
¿Qué es lo más importante de GTD?
De forma distinta a otras teorías relacionadas con la organización personal, GTD no funciona de arriba a abajo, sino de abajo a arriba. Las metodologías de arriba a abajo se centran en intentar saber nuestro propósito en la vida, e ir bajando de nivel definiendo objetivos, proyectos, etc.
En cambio, el método GTD funciona de abajo a arriba: empezamos clarificando y definiendo cuál es nuestro trabajo actual, de forma que cuando tengamos controlado nuestro día a día ya podremos en algún momento enfocarnos en la perspectiva a medio y largo plazo. De aquí viene que Getting Things Done esté estructurado en dos elementos clave: control y perspectiva.
Control
GTD nos propone un flujo de trabajo para tener un buen control de nuestras vidas, controlando adecuadamente nuestras tareas y compromisos. El objetivo del control es que seamos capaces de sacar todo lo que tengamos en nuestra cabeza y externalizarlo, ponerlo todo en nuestro sistema, un sistema fiable en el que podamos confiar. En definitiva, lo que de forma coloquial entendemos por sensación de control. Esto nos permite conseguir el estado de mente como el agua que nos cuenta David Allen en su libro.
El flujo de trabajo que se usa en GTD tiene cinco etapas, todas ellas igual de importantes para mantener el control de nuestro sistema y ser capaces de trabajar de la forma más eficiente posible. Son los siguientes:
- Recopilar o capturar: con el objetivo de conseguir que todas tus preocupaciones, ideas, tareas, pensamientos, cosas estén en tu sistema, en tus bandejas de entrada, y no en tu cabeza.
- Procesar: todo lo que has recopilado y has dejado en tus bandejas de entrada tiene que procesarse. En GTD entendemos por procesar el hecho de convertir las cosas que hemos dejado ahí en acciones.
- Organizar: todo lo que hemos procesado tiene que ir a algún sitio organizado de cierta forma concreta. En GTD organizar significa coger todo lo que estamos procesando y distribuirlo según su objetivo: si no es necesario tirarlo a la papelera, si es material de referencia archivarlo, si es algo que tienes que hacer en tu lista de próximas acciones y proyectos, etc.
- Evaluar: es decir, decidir qué hacer, tanto después de procesar y organizar como de forma periódica con tus revisiones.
- Hacer: el objetivo de todo el proceso de control es acabar realizando eficientemente todos los compromisos que hemos adquirido, tanto si son acciones siguientes como si son compromisos en nuestra agenda.
Una vez dominemos el control y seamos capaces de entrar en el estado de mente como el agua, llega el momento de reflexionar a medio y largo plazo, lo que GTD denomina perspectiva.
Perspectiva
Una vez tenemos dominados los cinco pasos del flujo de trabajo de Getting Things Done, es importante no quedarnos solamente en eso. Para ser realmente productivos no solamente tenemos que tener una buena sensación de control en nuestro día a día, sino que tenemos que coger perspectiva para saber que lo que estamos haciendo va en la dirección adecuada. Para conseguirlo, David Allen define el modelo de 6 niveles de altitud.
- Acciones (pista de aterrizaje): cualquier tarea que pueda hacerse en un mismo momento, en un mismo sitio y de una sola vez.
- Proyectos (3.000 metros): cualquier resultado que necesite de más de una acción para poder acometarlo, en GTD es un proyecto. Comprar todo lo necesario para la semana que viene antes del domingo puede ser un proyecto, ya que no solamente es ir al supermercado sino que también es preparar el menú de la semana y hacer la lista de la compra.
- Áreas de enfoque y responsabilidad (6.000 metros): definen con qué estamos comprometidos en nuestro día a día, es decir, nos muestran los compromisos que hemos adquirido, tanto con nosotros mismos como con otras personas.
- Metas y objetivos (9.000 metros): definen dónde queremos llegar y cómo vamos a llegar ahí. Es importante que nuestras metas y objetivos estén vinculadas a nuestra visión: las metas y objetivos son los distintos pasos que nos hacen llegar a conseguir todo lo que deseamos.
- Visión (12.000 metros): sirve para tener claras las líneas generales de nuestra existencia, lo que encaja y lo que no encaja en nuestra vida y, especialmente, qué es lo que queremos tener en nuestra vida a largo plazo (más de un año, o incluso más de dos años).
- Propósito y principios (15.000 metros o más): el propósito es la definición de por qué hacemos lo que hacemos y los principios son los comportamientos que nos rigen, los valores que queremos respetar sí o sí en cualquier situación.
En GTD, cada uno de los seis niveles tiene que estar alineado con los niveles superiores, de forma que nunca deberíamos estar trabajando en proyectos que no nos ayuden a acercarnos a nuestros objetivos, o no deberíamos hacer nada que no esté de acuerdo con nuestra visión, propósito o principios.
Planificación
Según GTD, la única forma en que debemos planificar es usando el método natural de planificación de proyectos. El primer paso de la planificación natural es, siempre, definir el resultado que esperamos conseguir. Por lo tanto, definir el propósito y visualizar el resultado que queremos conseguir es imprescindible antes de organizar nuestros proyectos. Si quieres saber más sobre planificación natural, tienes un apartado específico hablando sobre ella.
Para poder llevar a cabo una buena planificación, es necesario incorporar a nuestra rutina tres tipos de revisiones. Estas revisiones tienen que servirnos para decidir qué hacer, mantener la fiabilidad de nuestro sistema (mejorar el control) y ganar perspectiva.
- Revisión diaria: como mínimo una vez al día o, para ir bien, varias veces al día. En esta revisión tenemos que analizar los elementos que podemos hacer nosotros hoy o en breve. En concreto, revisaremos nuestra lista de próximas acciones y nuestra agenda o calendario.
- Revisión semanal: como mínimo una vez a la semana. Esta revisión nos sirve para mantener la fiabilidad de nuestro sistema. Para conseguirlo revisaremos nuestro calendario, nuestro archivo de seguimiento, nuestra lista de proyectos, algún día / tal vez, etc.
- Revisión general: de vez en cuando, de forma periódica con la periodicidad que veas necesaria, es importante hacer una revisión general de tu sistema. En esta revisión comprobaremos que seguimos alineados con nuestros objetivos y con nuestra visión y que seguimos avanzando en buena dirección.
Hasta aquí un resumen de qué es GTD y qué puede aportarte en tu día a día. Si te animas, llega el momento de empezar a implementarlo. Y si todavía no lo tienes claro, nada mejor que seguir leyendo con ¿Es necesario usar GTD?
Sigue leyendo sobre Productividad y GTD
Cómo redactar correos electrónicos de forma ágil, rápida y eficaz
by Jordi Sánchez | 3 de noviembre de 2015 | Hábitos, Paso 5: Hacer
Estoy seguro que el correo electrónico forma parte de tu vida: a nivel laboral, buena parte de las comunicaciones entre profesionales se realizan mediante correo electrónico. Y por muchas redes sociales profesionales o redes sociales internas de empresas que haya, todo hace pensar que el correo electrónico seguirá siendo clave…
Seguir leyendo
¿Cuál es tu principal objetivo para este año?
by Jordi Sánchez | 7 de enero de 2016 | 3. Revisión general, 4. Metas y objetivos, Paso 4: Reflexionar o evaluar, Perspectiva en GTD
Diciembre y enero son meses de evaluar tu vida, ver qué has hecho y qué has conseguido el año pasado y, especialmente, qué quieres conseguir el año que viene: definir tus objetivos anuales. En esta reflexión personal acostumbran a salir muchas cosas que no hemos llegado a hacer y…
Seguir leyendo
Cómo dejar de gestionar el tiempo y pasar a gestionar tu atención
by Jordi Sánchez | 2 de abril de 2015 | Hábitos, Por dónde empezar a usar GTD, Problemas para mejorar tu productividad
¿Ya te has quitado de la cabeza la gestión del tiempo? Sí, por si todavía no lo sabes, la gestión del tiempo no existe. Es un mito. No hay forma alguna de gestionar el tiempo. Siempre tendrás 24 horas al día, 7 días a la semana, 12 meses al…
Seguir leyendo
Cómo dejar de procrastinar, la guía definitiva para evitar la procrastinación
by Jordi Sánchez | 29 de septiembre de 2015 | Hábitos, Paso 4: Reflexionar o evaluar, Paso 5: Hacer, Problemas para mejorar tu productividad
Cuando descubres qué significa la palabra procrastinación, parece que todo lo que te había estado pasando adquiere una dimensión distinta. Descubres el motivo que te ha estado haciendo tan poco productivo: la procrastinación es uno de los mayores problemas para ser productivo, así que es imprescindible aprender a dejar…
Seguir leyendo
Cómo dejar de empezar el día perdiendo el tiempo
by Jordi Sánchez | 5 de noviembre de 2015 | 1. Acciones, Hábitos
Seguro que a ti también te ha pasado: ese día que empiezas la mañana distraído, con interrupciones o haciendo cosas que no tocan, todo el día acaba siendo un desastre. Es por este motivo que quiero contarte varias ideas sobre cómo dejar de empezar el día perdiendo el tiempo,…
Seguir leyendo
Principales problemas al aplicar GTD
by Jordi Sánchez | 18 de mayo de 2015 | Implementar GTD
Cuando empiezas con GTD, todo parece muy lógico y muy bonito. De hecho, empiezas a notar cambios en tu productividad desde el minuto cero, justo cuando empiezas. Sin embargo, tal y como ya avisa David Allen en sus libros, en algún momento u otro acabas cayendo…
Seguir leyendo
Me encanto tu artículo, muy bien explicado y ahora a llevarlo a la práctica, gracias por el gran aporte!!
¡Muchísimas gracias Jacob! Así es, ahora toca tomar acción y ponerlo en práctica.
Un saludo,
Belén
Gracias por toda la información, artículo muy interesante y espero aplicar a mi día a día.
Hola Ana,
¡Gracias a ti por tu comentario! Claro que sí, ahora que ya lo conoces, toca ponerlo en práctica. Te aseguró que notarás un antes y un después una vez lo implementes en tu día a día.
Un saludo,
Belén
Me encanto el tema de GTD ahora a practicarlo. Oi lo escuche en la mañana y estoy saliendo con el escrito con actividades concluidas, bandejas de entradas limpias. Hoy yo le gane al tiempo
Hola Caryn,
¡Enhorabuena! Todo es empezar así que ahora, a seguir mejorando cada día 😉
Muchas gracias por tu comentario.
Jordi, es lo mejor que he leído ultimamente.
¡¡Muchísimas gracias Lucrecia!! Si puedo ayudarte en algo ya sabes donde estoy 🙂