No quería terminar esta serie de artículos que empecé hace ya algún tiempo hablando sobre la colaboración sin hacer una valoración final de todo lo que he tratado y como creo que es la mejor manera de enfocarlo.
Para ponerte en situación, si no has leído los anteriores artículos, te recomendaría que les echaras un vistazo:
- El voluntariado, la colaboración y las ganas de emprender: ¿siempre es necesario tener remuneración?
- Mi experiencia en el mundo colaborativo: por qué me gusta trabajar sin remuneración
- Los problemas de trabajar sin remuneración: el impacto en el futuro
- Los beneficios de trabajar sin remuneración: satisfacción personal, experiencia, sociabilización…
De esta forma, ha llegado la hora de las conclusiones.
¿Trabajo sin remuneración o ni me lo planteo?
El trabajo voluntario y colectivo está muy bien, así que plantéatelo, te puede aportar muchos más beneficios que una remuneración económica: desarrollo personal, experiencia profesional, relaciones sociales y contactos que te pueden ayudar, y un largo etcétera que seguro que puedes pensar en tu caso.
Eso sí, si decides trabajar sin remuneración o a un precio bajo, ten claras tus intenciones, qué beneficios sacarás y por qué motivo lo estás haciendo. Si tú lo tienes claro será mucho más fácil que se lo dejes claro a las personas con quienes te relaciones, así que podrán valorar tu trabajo de una manera más realista. Y si algún día dejas de hacerlo sin cobrar, será más fácil que valoren el nuevo precio con el que hagas el trabajo.
Trabaja de forma voluntaria en aquellos proyectos que te interesen y que te puedan aportar un extra a tu vida, pero valora siempre tu tiempo y tu trabajo de manera que los demás puedan valorar. Si ya es difícil vender tus productos o servicios a tus clientes, si tú mismo no lo valoras, imagina como lo valorarán ellos. ¡Hazte valorar!
Imagen | Stefan 1981