En la vida tenemos muchas relaciones, algunas de ellas con buenos amigos, con nuestra pareja, conocidos, compañeros de trabajo o de Universidad… En todas ellas establecemos un vínculo emocional con esas personas, de forma que nuestra relación con ellas puede ser más o menos profunda.
De las relaciones vivimos
Aunque nos puede gustar disfrutar de nuestra soledad, la vida humana se basa en las relaciones entre personas. A lo largo de nuestras vidas conocemos a muchísima gente, algunas personas con las que encajamos, otras con las que discrepamos, pero todas pueden ser igual de importantes.
Cualquier relación nos ayuda a vivir, a ser nosotros mismos y a crecer como personas. Tanto las buenas como las malas relaciones nos permiten formar nuestra forma de ser, desde los amigos y compañeros cuando tenemos pocos años de vida hasta las personas que conocemos cuando somos mayores, pasando por nuestros hijos.
De las relaciones vivimos, y saberlas disfrutar es importante para nuestra felicidad. No he mirado estudios, pero me parece bastante evidente que vivir en soledad no debe ser tan feliz como compartir los buenos (y malos) momentos con las personas que más queremos.
Relacionarse no siempre es fácil
De todas estas relaciones, a veces conoces algunas personas con las que desde un primer momento vemos que encajamos a la perfección. Nuestras aficiones y nuestros gustos son complementarios, algo que nos permite compartir muchos momentos y muchas experiencias juntos.
Sin embargo, en muchas otras ocasiones tenemos que relacionarnos con personas con las que no encajamos tan bien, ya sea por motivos de trabajo o porque están en un mismo grupo de personas y también tenemos que convivir con ellas. En esos casos la relación acostumbra a ser más complicada, pero debemos aprender a relacionarnos con esas personas para construir un vínculo mejor.
Relacionarse no siempre es fácil, así que es importante saber gestionar las emociones personales y saber ver cómo encajar con el resto de personas. Aun así, si la relación no es imprescindible, siempre podemos decidir acabar con el vínculo y buscar otros vínculos mejores con otras personas.
A veces tenemos que decir no a algunas relaciones que no nos convienen
Un vínculo es un tesoro
Creo que a lo largo del artículo ha quedado claro que un vínculo es un tesoro. Debemos valorar lo que tenemos, ya que a veces no nos damos cuenta hasta que lo hemos perdido y es demasiado tarde. Tenemos que buscar esas relaciones con las que encajamos mejor, que nos aportan algo a nuestras vidas, y potenciarlas hacerlas crecer y disfrutarlas a lo largo de nuestras vidas.
No hay nada mejor que compartir la vida con las personas que más quieres.
Imágenes | Laura Agustí, cpalmieri