En un artículo de ya hace bastante tiempo hablaba del desánimo que puede suponer que alguien te diga que tu proyecto o idea es imposible de realizar, y de las posibilidades de que eso realmente no sea cierto. En este artículo me gustaría profundizar sobre la relatividad de lo imposible y del hecho de que lo que para unos puede ser claramente imposible, para otros no tiene por qué serlo.
Lo imposible es relativo
Es algo inegable. ¿Es imposible que el sol sea el centro de universo? ¿Es imposible llegar a la Luna? ¿Es imposible crear coches que conduzcan solos? Hay muchas, muchísimas cosas que a lo largo de la historia han parecido totalmente imposibles, pero que a día de hoy ya no lo son. Eso nos demuestra claramente que todo puede llegar algún día a ser posible… o no.
¿Es imposible ser rico si has nacido siendo pobre? ¿Es imposible colonizar Marte y vivir ahí? ¿Es imposible vivir eternamente? Hay muchas cosas que ahora mismo no tenemos ni idea de si serán imposibles, pero lo que está claro es que si realmente queremos o deseamos algo, tenemos que intentarlo para conseguirlo.
No hagas caso a lo que te digan
Así que la primera lección y más grande de todas está clara: no hagas caso de lo que te digan. Que tu madre, pareja o profesor te digan que algo es imposible no significa que lo sea. Tampoco significa que te lo digan con mala intención, en la gran mayoría de los casos te lo dirán para ayudarte, pero esas personas pueden no tener ni idea de lo que es posible y lo que no lo es en el campo que estés tratando.
Hasta cierto punto: tenlo en cuenta
Sí, no tienes que hacer caso a lo que te digan. Pero hasta cierto punto. Muchas veces los amigos, compañeros o familiares pueden decirnos que lo que queremos hacer es imposible, pero nosotros pensar lo contrario. En esos casos, debemos seguir adelante sin ningún tipo de problema.
Pero ya que tenemos a alguien que no advierte de que algo es imposible, ¿por qué no aprovechar la oportunidad? Preguntémosle por qué cree que es imposible, cuales son los problemas que ve en nuestra propuesta. El feedback negativo de una persona puede servirnos para detectar antes problemas que podemos tener más adelante, algunos quizá que incluso no se nos habrían ocurrido a nosotros mismos.
Investiga hasta saber si es algo que puedas hacer
Imposible no lo es, como mínimo a priori: sabemos que hay muchas cosas que pensábamos que eran imposibles y no lo han sido. Sin embargo, es posible que lo que quieras hacer no esté en tus manos. Eso no significa que no puedas llegar a conseguirlo, más bien significa que debes valorar los pros y los contras para saber si merece la pena el esfuerzo que necesitarás para llegar ahí.
Por lo tanto, la parte imprescindible de cualquier proyecto imposible es determinar cuánto de imposible tiene: ¿qué necesitaremos para poderlo conseguir? ¿tendremos que dejar nuestras actuales vidas atrás para conseguirlo?. Y lo más importante de todo: ¿estamos dispuestos a hacer … para conseguirlo?
Por lo tanto, ¡a lanzarnos! Si creemos que es posible, y estamos dispuestos a asumir los riesgos, ¿por qué no hacerlo? Pero tenemos que tener en cuenta las recomendaciones del resto de personas y tomárnoslas como una forma de anticiparnos a lo que puede llegar a pasar, seguro que puede ayudarnos muchísimo.
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